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domingo, 28 de agosto de 2011

Despues de siete años, la canción es la misma

Han pasado siete años desde que salieron las primeras noticias que daban cuenta de la falta de cuidado que el gobierno a través de la SEP ponía en sus iniciativas para integrar el cómputo en la educación en escuelas de eduacción básica. Primero se llamo Enciclomedia, ahora le renuevan la fachada y se llama Habilidades Digitales para Todos.

Aquí presento dos artículos que salieron en el diario Reforma que dan testimonio de como entre el primero y el segundo parece que la canción es la misma despues de siete años. A como van las cosas, al término del segundo sexenio de administración panista, nuestro país habrá gastado más de 45 mil millones de pesos en estos proyectos.

Este primero que se llamo "Pizarrones Electrónicos" se publica en el Diario El Norte del Grupo Reforma el 20 de septiembre del 2004. El texto queda a continuación.


Recientemente visité una pequeña escuela primaria localizada a una hora de la Ciudad de México. Desde el principio, pude apreciar las condiciones precarias con las que se trabaja en este plantel, que sin duda son comunes a miles de primarias públicas del País. Una de mis preguntas acerca de los recursos con los que cuenta esta primaria se refirió a los pizarrones. Estos evidenciaban la necesidad de ser reemplazados por los más de 10 años de uso que tenían, según me informó una de las maestras, pero allí seguían. Al ver cómo los niños usaban un trozo de papel higiénico en lugar de un borrador, preferí no hacer preguntas que sin duda me llevarían a una respuesta obvia: no se tienen los recursos suficientes para hacer estas inversiones mínimas. No pude dejar de asociar esta situación con lo que pronunció el Presidente en su Cuarto Informe de Gobierno:


“Para construir el salón de clases del Siglo 21 y transformar el sistema de educación básica del País, echamos a andar el programa Enciclomedia. Ahora, cada primaria pública tendrá pizarrones electrónicos y libros de texto digitalizados, como complemento a los libros de texto gratuitos. Este año, Enciclomedia operará en 22 mil aulas de 5° y 6° de primaria. En el 2006, todas las primarias públicas, en esos grados, trabajarán con este nuevo sistema de aprendizaje. Al reducir la brecha digital, estamos democratizando la educación”.


¿En qué momento y cómo fue que el Presidente Fox decidió aventurar esta declaración durante su Informe?, sobre todo a la luz de la controversia que ya se daba en torno a la licitación correspondiente a la adquisición de millones de dólares de equipo para el proyecto. Es importante señalar que, antes del Informe, hubo importantes cuestionamientos al proyecto. Lo que desdibujó lo dicho por el Presidente Fox fue el cuestionamiento que se refiere a los pizarrones electrónicos. Declaró que cada aula contemplada para esta primera fase tendría estos recursos, pero según la misma licitación, sólo la mitad de las 22 mil aulas contarán con ellos. Si realmente son necesarios los pizarrones electrónicos, ¿qué pasará con las 10 mil aulas que no tendrán esta tecnología? Al cuestionar esta clara inequidad, la SEP respondió en una réplica publicada por el Grupo REFORMA que no existe inequidad, sino que es una estrategia que “permite conciliar los recursos del programa con la maduración de las diferentes tecnologías mencionadas, así como con el comportamiento de los precios del mercado”.


Menor claridad no podría haber en la respuesta. Seguramente les saldría mejor la explicación con un pizarrón electrónico, pero si lo que quisieron decir es que no alcanzan los recursos del programa en este momento y hay que esperar a que bajen los precios, ¿por qué no iniciar esta primera etapa piloto con un número menor de aulas, pero todas con pizarrón electrónico? Desafortunadamente han surgido más inconsistencias que hacen pensar que han prevalecido intereses ajenos a las necesidades académicas de Enciclomedia para definir las tecnologías requeridas.


Para entender lo frágil y riesgoso que puede resultar la instrumentación excesiva de la tecnología en este proyecto, basta con ver las condiciones actuales de las escuelas públicas para plantear algunas interrogantes de sentido común. Si hay muchas escuelas, como la que se menciona al principio de este texto, que no han podido reemplazar simples pizarrones verdes en más de 10 años, ¿cómo le harán para disponer de los recursos económicos para mantener o sustituir los pizarrones electrónicos?, ¿existe una estimación en cuanto al tiempo en que se requerirá reemplazarlos?


Hay muchas interrogantes que demandan que los funcionarios de la SEP tengan mayor sensibilidad con respecto a las condiciones reales en las que trabajan miles de docentes al frente de millones de niñas y niños. Antes de definir una inversión tan costosa, ¿no habría que tener en claro los problemas estructurales que en este momento imperan en el sistema educativo nacional? Antes de privilegiar un simple recurso técnico, ¿no habría que priori- zar la atención y la inversión en las carencias profundas que han sido una constante en el ámbito de la educación pública?


Volviendo al Informe, ¿cómo es esa aula del Siglo 21 que se construirá para transformar el sistema educativo? ¿De qué puede servir un moderno pizarrón electrónico y todos los demás recursos técnicos si no invertimos en acciones que refuerzan el papel comunitario de la escuela? Cuando se emprende una iniciativa tan innovadora no hay respuestas fáciles, sólo hay preguntas buenas con las que se construye el conocimiento. No podemos entregar nuestras expectativas de futuro a consignas absolutas que ven la tecnología como la solución a nuestros problemas. Correríamos el riesgo de caer en el terreno de lo dogmático o de lo demagógico que hará que el proyecto se asemeje a las obras de relumbrón que tanto ha criticado el mismo Presidente.


En aquella escuela cercana a la Ciudad de México encontré, al menos, una respuesta para entender cómo pensar el futuro de la educación. Por casualidad tuve oportunidad de conocer una idea maravillosa del maestro Félix. Mientras platicábamos de computadoras, el Maestro recogió un pedazo de madera rectan- gular que ya había sido desechada. De manera casi mágica visualizó un recurso didáctico. Dijo emocionado que armaría con esa madera olvidada un atril para que sus alumnos pudieran pasar al frente y leyeran en voz alta. Comentó que sería un recurso valioso para desarrollar la autoestima de sus alumnos. Sólo del corazón de un maestro con 30 años de servicio podría surgir esta idea para hacer mejor su trabajo. Es indudable que la tecnología por sí misma jamás tendrá la fuerza ni el valor educativo de este sencillo atril. La respuesta está en la pasión con la que enfrentemos los retos de la educación. Sólo con la pasión de miles de maestros como el maestro Félix será posible construir las aulas del Siglo 21.


Hoy 28 de agosto, prácticamente siete años despues, aparece esta segunda nota periodística. Vale la pena mencionar que entre una nota y otra se han hecho varios señalamientos críticos en la prensa donde se deja claro que hay problemas graves de instrumentación que ponen en riesgo las inversiones tan elevadas que se hacen en estas apuestas por la tecnología en la educación. Muchos señalamientos han sido de sentido común.




Este segundo artículo surge de un correo electrónico que se le envio al Ing. Juan Jose de la Mora, Director Adjunto de Materiales Educativos. El Ing. de la Mora es uno de los funcionarios a quien se le encomendo la instrumentación del proyecto de Habilidades Digitales para Todos. A continuación se reproduce dicho correo que se envió con copia para algunos Senadores y Diputados de distintos partidos, especialistas del medio académico e inclusive funcionarios de la Presidencia de la República:


Estimado Juan José,

Aprovechando que al inicio del ciclo escolar la SEP formalmente publicó en línea el portal federal de HDT ( http://www.hdt.gob.mx/hdt/ ), tal como lo anticipó el Subsecretario de Educación Básica, pensé que sería buen momento para conocer con mayor detalle esta plataforma. Obviamente el portal es muy extenso y tomará tiempo hacer una revisión más exhaustiva de todos sus contenidos, sin embargo con lo que llevamos revisado con unas cuantas horas de trabajo, es evidente que el portal está plagado de errores.Por el momento sólo señalaremos algunos problemas que hemos detectado de orden general.


Los errores que se identificaron a primera vista van desde asuntos de orden académico y pedagógico, hasta problemas de todo tipo en la estructura tecnológica y de funcionamiento del portal. Aunque también hay detalles menores, que no dejan de reflejar descuidos en el proceso de publicación de los contenidos, creo que es mejor enfocar tu atención a los problemas más serios que denotan mucha improvisación o falta de experiencia en el proceso general de desarrollo.


Por lo anterior, las primeras preguntas que te quiero hacer son ¿cuántos errores estarías dispuesto a aceptar antes de reconocer que lo que se ha publicado el lunes pasado es reflejo de una incapacidad notoria o falta de vocación por la calidad? Tomando en cuenta que tienes una función de liderazgo en esta iniciativa que implica un gasto multimillonario para el país, ¿en qué momento crees que los errores cometidos exigen medidas correctivas que eviten el dispendio irracional de los recursos del erario? y ¿por qué, si llevan más de dos años desarrollando el portal de Habilidades Digitales para Todos, está a todas luces incompleto o por decirlo de forma coloquial, más parchado que una llanta de microbús? Perdón por el tono irónico, sé que hay mucho en juego pero solo así es posible mitigar el coraje que da ver como se desperdician enormes cantidades de dinero, que tanta falta hacen en la educación, en proyectos mal ejecutados.


Estamos absolutamente conscientes que, como especialistas en el medio comprometidos con la educación, debemos ser objetivos. Lo que urge es un diálogo productivo que evite que la iniciativa de HDT resulte en un desperdicio del gasto que se tiene previsto, sobre todo en infraestructura tecnológica. Si estimamos la erogación total que se habrá hecho durante los 12 años del gobierno panista, estaremos hablando de más de 40 mil millones de pesos en computo educativo para la educación básica. ¿Qué impacto, tendrá en la educación de millones de niñas y niños, la subutilización potencial de esta infraestructura observando las problemáticas que se han presentado a lo largo poco más de tres años en el proyecto de HDT?


Espero que no pienses que esta crítica está falseada por la posición que tengo de empresario en el medio del desarrollo de software educativo. Si lo piensas, puedes consultar a otros especialistas, algunos a los que les mando copia de este correo electrónico, para ver si los argumentos son inexistentes; sin ser expertos es relativamente fácil para cualquiera constatar los errores del portal HDT. No dudes que reconoceré los aciertos que pudiera tener la plataforma ya que eso sería, para los que llevamos años en el medio, una gran oportunidad para seguir aprendiendo de las mejores prácticas que la SEP haya puesto en marcha. Pero realmente crees que con errores tan evidentes como lo que verás en el anexo, ¿este desarrollo refleja el mejor talento y oficio disponible en nuestro país? Como empresa, sería absurdo de mi parte abrir esta discusión al público si no estuviera seguro que tenemos una trayectoria con desarrollos probados y conocidos por otros especialistas que sustentan la firmeza de nuestros argumentos. En octubre de este año podré confrontar nuestras ideas con especialistas internacionales al participar como conferencista en una cumbre de tecnología educativa en la ciudad de Nueva York (Mobility Shifts, An International Future of Learning Summit). Recientemente el ITESM publicó en su revista Virtualis una ponencia que presenté en el Primer Congreso Internacional, Social Media MX: Redes, Tecnología y Sociedad en la que expuse algunos de los conceptos básicos que sustentan la filosofía de nuestra plataforma Conecta2. (http://viewer.zmags.com/showmag.php?mid=tfsgdt#/page58/ )


Todos los que hemos trabajado en el medio llevamos años señalando que el eje rector de una propuesta de la naturaleza de HDT debe ser lo académico y lo pedagógico y no lo correspondiente al equipamiento. Recuerdo que cuando platiqué contigo hace años de la experiencia de Enciclomedia, coincidimos en que una buena parte del problema fue que todo lo referido al equipamiento acabó por dictar la instrumentación del proyecto y los asuntos pedagógicos y académicos quedaron en segundo o tercer plano. Ahora a cuatro años de distancia al ver tantos cabos sueltos en la plataforma, resulta casi imposible no concluir que, una vez más lo que se prioriza es el gasto tremendo en equipo sin contar con un cimiento académico sólido. Tomando en cuenta las dificultades que se han tenido en la instrumentación de este proyecto en la SEP federal, no sería de sorprender que para las secretarías de educación estatales será aún más difícil replicar los lineamientos de una iniciativa poco solvente. Es común escuchar señalamientos acerca de lo que ellos llaman la “programitis aguda” que emana de las instancias federales.


En solo dos días y sin mayor examen exhaustivo, son tantos los errores que es inoperante, para fines de exposición, incluirlos en el cuerpo de este texto; para agilizar su presentación te los hago llegar en un archivo pdf anexo. Pero continuando con las interrogantes centrales que creo que merecen una rendición de cuentas, ¿por qué si al inicio del proyecto HDT se priorizó el nivel secundaria, y por ello debiera haber un avance mayor en los objetos de aprendizaje (ODAS) para estos grados escolares, los contenidos que predominan son los que ya se habían hecho para Enciclomedia? En tres años que llevan desarrollando los ODAS para secundaria, ¿no amerita un llamado a cuentas que solo se tenga cubierto primero de secundaria? Así como ya se gastaron más de 700 millones de pesos en el equipamiento en las 3,118 aulas que se reportan como el avance actual del proyecto, ¿cuánto gastaron, o de qué manera lo gastaron, siendo que casi no hay nada y lo poco que si hay es de calidad cuestionable? ¿A quién se contrató para desarrollar estos materiales? Con respecto a la calidad, ¿hubo algún proceso, justamente de control de calidad, para la detección oportuna de fallas? Es muy importante insistir en que si no fuera por los contenidos que incluyeron de última hora de Enciclomedia, el portal estaría mucho más incompleto aún.


Sin duda lo que hemos señalado debe ser motivo de una toma de conciencia para todas las instancias y personas involucradas. Si analizamos el retraso tan grande en los contenidos y las fallas en plataforma y lo conjugamos con el avance que se ha priorizado en equipamiento, es evidente que habrá una pérdida enorme por depreciación y desgaste del equipo comprado antes de que haya un aprovechamiento mínimo de todos los recursos. Pero es indudable que para algunas empresas de la industria TI, con derecho de picaporte en la instancias de decisión del proyecto, lo único que importa es lograr las mega ventas asociadas a la infraestructura tecnológica del proyecto. Al tomar conciencia de esta problemática y no rectificar o modificar el curso, debe quedar claro que en todos hay corresponsabilidad en el mal gasto que se incurra.


A manera de introducción al inventario de problemas incluidos en el pdf anexo, te comento que unos están referidos a inconsistencias notorias en interfaz, navegación mal resuelta y claras fallas en desarrollo tecnológico. Por otro lado, habría que llamar la atención sobre los mecanismos laxos para el registro de usuarios que pueden propiciar situaciones de cyberbullying y acoso infantil. En cuanto a los de orden pedagógico y de contenido informativo, solo hemos seleccionado una muestra significativa que evidencia el poco cuidado que se tuvo en la producción.


Al ver las fallas que hemos incluido en esta primera entrega, es inevitable concluir que los problemas tienen su origen en una total falta de planeación, además de que no se dimensionó correctamente la magnitud de la iniciativa propuesta por falta de experiencia del equipo encargado de la ejecución; eso a pesar de que se tenía el antecedente de la lección de Enciclomedia. En lo personal creo que es mejor hacer pocas cosas, hacerlas con calidad y hacerlas constantemente para que los proyectos maduren y logren una sustentabilidad de largo plazo que trascienda la ocurrencia política o comercial. De lo contrario se acaba por ser protagonista de un dicho ilustrativo: el que mucho abarca poco aprieta. Por la inversión multimillonaria que se esta realizando en el programa HDT, esta iniciativa debería marcar en el país un liderazgo como referente de calidad en el uso del cómputo en la educación y las mejores prácticas. Sin embargo, al compartir esta revisión con otros especialistas estoy seguro que coincidirán en que por los problemas identificados, estamos más bien ante un caso muy didáctico que ejemplifica todos los errores que no se deben cometer. Por desgracia, esta es una lección igual de costosa o más, que la de Enciclomedia.


En conclusión, creo que por los intereses que nada tienen que ver con los propósitos educativos del proyecto, entiéndase los de orden comercial, estamos ante el nacimiento de otro elefante blanco que destrozará a su paso toda posibilidad de éxito. De nuevo perdón por el tono irónico de la metáfora pero cada vez aparecen más errores mientras escribo este correo.


Seguramente en comparación a los problemas de inseguridad y violencia que dominan las noticias, este asunto resultará ser para muchos de menor magnitud. Sin embargo, no debemos dudar que la crisis de cohesión social por la que atraviesa nuestro país no es más que la expresión natural de la suma de miles de situaciones cotidianas, de distintas dimensiones, carentes de un sentido de ética en las que todos podemos ser responsables por descuido o al menos por omisión; sobre todo cuando se trata de la educación de millones de niñas y niños.


Estoy a tus ordenes para cualquier asunto que hubiera que aclararse con respecto a lo expuesto, pero sinceramente creo que está demás extender esta invitación al diálogo y la reflexión: por razones que ignoro, ha sido imposible que respondas a una llamada de mi parte.


Saludos,


Juan Manuel López Garduño



Al aparecer hoy esta nota justo a la vuelta de la primera plana del Reforma en la que aparecen unas imagenes referidas a las manifestaciones en Monterrey por la paz, me pregunto si los funcionarios de la SEP involucrados en la gestión directa de estos megaproyectos tienen plena conciencia de que la raíz de los problemas actuales de violencia estan en la calidad de la educación. Se darán cuenta que tienen una responsabilidad determinante por la decisiones que toman en esta materia. Tampoco quiero que se piense que solo queda en el gobierno y sus funcionarios la responsabilidad de lo que ocurre. Cómo ciudadanía, ¿tendremos la capacidad de entender también esta relación estrecha entre violencia y calidad eduactiva y hacer lo que sea necesario para evitar que el futuro de largo plazo de México quede aún más en riesgo? ¿Estaremos condenados a una ceguera que nos impide ver que errores como los de estos proyectos multimillonarios junto con otros de distintas magnitudes, al multiplicarse por miles de descuidos cotidianos, solo tendrán como resultado el desgarramiento de la cohesión social? ¿Estaremos condenados a quedar de rodillas ante el poder fáctico más peligroso en México: nuestra propia apatía por el ejercicio cotidiano de una ciudadanía responsable desde el entorno de nuestros espacios comunitarios más cercanos?


No debe haber duda que estas preguntas solo se pueden responder con el corazón que cada uno de nosotros este dispuesto a poner por delante de manera generosa y con miras de largo plazo por nuestro país. En el caso particular de estos proyectos de tecnología en la educación, desagraciadamente la canción sigue siendo la misma.


28 de agosto del 2011

Ciudad de México






















martes, 26 de julio de 2011

Enciclomedia o Habilidades Digitales para Todos: ser o no ser desde una perspectiva crítica, congruente y propositiva.

La semana pasada, el periódico Reforma publicó un reportaje acerca de los proyectos tecnológicos que ha venido instrumentando la SEP durante los últimos años, Enciclomedia y Habilidades Digitales para Todos (HDT). El artículo retoma la opinión recabada de varios especialistas en el tema, entre ellos el autor de este texto. Aunque lo que publicó la periodista Sonia del Valle si reflejó con suficiente precisión lo que expresé, es importante agregar el contexto en el que hice las críticas a los proyectos mencionados. Entiendo que por cuestiones de espacio no es posible incluir toda la conversación, ni dejo de reconocer la labor de los medios cuando cubren estos temas de gran trascendencia.


Además del contexto en el que externé mi opinión, quiero aclarar primeramente que estoy convencido que nuestro país, además de contar con voces críticas, debe sumar voces propositivas que generen opciones de solución a los problemas que nos aquejan. Esto viene a colación porque seguramente habrá en la industria de TI quienes recuerden las críticas que hice cuando iniciaba el proyecto Enciclomedia (Periódico Reforma, 13/08/04. Revista InfoChannel, 27/09/04), y ahora al ver los comentarios recientes pensarán que sólo critico. Todo lo contrario, esta crítica validada al pasar el tiempo, fue el punto de partida con el que Edumundo desarrolló y puso en marcha una solución que viene a reforzar la infraestructura contemplada en el modelo Enciclomedia. Esta decisión se tomó considerando que de nada le sirve al país las posiciones viscerales, y en cierto sentido egoístas, que se expresan con el típico “se los dijimos”. Con ello se corre el riesgo de desperdiciar la inversión tan costosa que se hizo en más de 100 mil aulas de toda la República. Con más de 20 mil millones de pesos en juego, no se trata de señalar culpables sino de asumir responsabilidades y dar soluciones.


Entre las cosas que comenté cuando Sonia preguntó acerca de la decisión de la SEP de volver al modelo Enciclomedia, ahora bajo el nombre de Aula Telemática por la conectividad que se agregaría, le respondí que parecía una decisión sensata en la medida de que es demasiado riesgoso iniciar una nueva aventura con el proyecto HDT; sobre todo implica de nuevo una megainversión en territorios desconocidos. Debemos insistir en que antes de seguir lanzando nuevas iniciativas de estas magnitudes, como sociedad debemos exigirle al gobierno los resultados concretos de los proyectos previos, en este caso Enciclomedia. Solo con el aprendizaje derivado de estos resultados, a partir de estudios detallados e inclusive foros especializados, es razonable plantear iniciativas sexenales nuevas, siempre y cuando sean de una naturaleza evolutiva que tomen en cuenta las experiencias pasadas. Esto quedó claro con los comentarios que retomó Sonia, tanto míos como de Manuel Gándara Vázquez y de Rubén Edel Navarro.


Irónicamente, ahora me resulta preocupante que los funcionarios de la SEP encargados en la materia piensen que pueden cobijar sus argumentos para transformar Enciclomedia en HDT al aprovecharse de las críticas hechas, desde la certeza de la mirada retrospectiva, por líderes de opinión y la ciudadanía en general. Sin embargo, no hay que caer en esta trampa y dejar de lado el rigor académico, ¿cuál es la hipótesis que valida que una iniciativa logrará mejores resultados que la primera? Más allá de los lugares comunes y demagogia que derivan de los discursos mercadológicos y políticos, tal como más computadoras, y ahora conectividad, mejor educación, ¿cuál es el razonamiento objetivo y desligado de intereses ajenos al bien común, que justifica tirar a la basura un modelo supuestamente obsoleto por algo ilusamente innovador y mejor?


Y vayamos directo al grano. ¿A quiénes tendríamos que responsabilizar en la Secretaría en cuanto a las decisiones tomadas al inicio de este sexenio respecto a la política de instrumentación de tecnología en la educación? y ¿en qué experiencias se basaron para sustentar sus propuestas? Previamente al puesto que ocupan en la Secretaría los funcionarios encargados ¿cuentan con alguna experiencia probada para fundamentar las acciones que conllevan gastos multimillonarios a cargo del erario?, ¿quién tendrá que rendir cuentas en caso de que el proyecto que sustituye Enciclomedia termine sin los resultados que se requieren? Al menos en el caso de Enciclomedia, bien que mal sabemos que el autor de la idea y responsable del desarrollo del modelo pedagógico fue el Dr. Felipe Bracho y no debemos desconocer sus antecedentes académicos. Siempre reconocí que había varios aciertos en el modelo pedagógico de Enciclomedia. Sin embargo, me parecía que había intereses comerciales, y tal vez hasta políticos, que podrían convertir estos aciertos pedagógicos en todo un desastre.


Además de la transparencia que se debe exigir en los procesos licitatorios de estas iniciativas ambiciosas, debemos evitar la opacidad que se ha dado respecto al modelo pedagógico y los contenidos correspondientes, que al fin de cuentas es lo que más debe importarnos. ¿De qué sirve certificar que hay transparencia en la licitación del equipamiento si lo que compra el gobierno resulta ser un elefante blanco en su periodo embrionario de apetitos financieros insaciables?


Por esto, entre muchas otras razones, y aunque hace años critiqué Enciclomedia, le respondí a Sonia que veo razonable que la SEP retome lo mejor de este modelo para evitar que se desperdicie todo lo que se aprendió con la lección, sin importar lo amarga que ha resultado. Veamos desde lo pedagógico los aciertos y desaciertos y partamos de esta mirada al pasado para no seguir improvisando: no es lo mismo innovar que improvisar y el futuro del país no se puede basar en ocurrencias y circunstancias políticas y del mercado.


Volviendo a la premisa de que toda crítica debe de estar acompañada de una propuesta que apunte a acciones sustentables, quiero detallar cómo fue desarrollada una solución para reforzar y dar nueva vida al modelo Enciclomedia. Hace casi cuatro años nos propusimos conceptualizar y desarrollar un recurso tecnológico educativo que retomara los 15 años de experiencia que hemos acumulado en este campo. Con ello priorizamos cuatro puntos fundamentales:


Primero, que la solución se enfocara al fomento de la comprensión lectora, un tema prioritario de la educación. Segundo, que pusiera énfasis en la problemática de la cohesión comunitaria como recurso contra la inseguridad mediante tareas vinculadas a la formación de valores cívicos y éticos contemplados en los programas de la SEP. Tercero, que fuera sumamente sencillo de utilizar por el maestro y que en muy poco tiempo pudiera sentirse cómodo y productivo en el uso de la tecnología. Cuarto, que fuera muy eficiente en costos, sobre todo en la medida en que se aprovechara la infraestructura con la que pudieran contar los usuarios, incluyendo el equipamiento Enciclomedia con y sin conectividad.


Para lograr nuestro propósito de producir una solución realista, innovadora y de calidad mundial, se integró al proyecto un equipo reconocido de especialistas y talentos probados en multimedia y en literatura infantil. Con todo lo anterior hemos obtenido resultados medibles a partir de dos años de instrumentación piloto con más de 80 escuelas, 249 maestros y 4,232 alumnos. Estos resultados se puede consultar en www.conecta2.com.mx. Buscando congruencia con nuestra exigencia de transparencia y confrontación propositiva de ideas, toda la información referida a la solución ha sido presentada ante un sinnúmero de funcionarios de todos niveles de gobierno federal y estatal, una gran cantidad de académicos especializados, organismos internacionales, medios y líderes de opinión, sin dejar de lado decenas de maestros de aula, que a fin de cuentas son los que deben de estar más enterados de iniciativas como la nuestra. Recientemente el ITESM publicó en su revista Virtualis una ponencia que presenté en el Primer Congreso Internacional, Social Media MX: Redes, Tecnología y Sociedad en la que expuse algunos de los conceptos básicos que sustentan la filosofía de la plataforma Conecta2 (http://viewer.zmags.com/showmag.php?mid=tfsgdt#/page58/ )


No faltarán algunos que al terminar de leer este texto dirán que ante todo hay un sesgo en la argumentación a favor de los intereses de la empresa que dirijo. Sin embargo, hay al menos dos razones con las que quisiera avalar la legitimidad la postura que he expresado. Así como las empresas disputan las licitaciones y están en su derecho de entablar conflictos hasta legales para defender sus intereses sólo con el objetivo de lograr sus objetivos de ventas, inclusive dejando de lado consideraciones de bienestar colectivo, ¿no es legítimo que también alcemos la voz para proteger nuestras metas empresariales?, sobre todo cuando lo que hemos producido y probado puede solucionar muchas de las problemáticas actuales del mercado de cómputo en la educación. Seguramente habrá otros proveedores o profesionales con experiencia en cómputo educativo que estarán inconformes y que sentirán el mismo derecho legítimo a reclamar su participación en este mercado. Es buen momento para reconocer la necesidad del trabajo colaborativo para resolver estas problemáticas, tal como queremos enseñar a los niños: es mejor aprender de manera colaborativa.


La segunda razón tiene que ver con la valoración de nuestra experiencia y capacidad mostrada a lo largo de 15 años. Por convicción académica y profesional nuestro equipo de trabajo estara dispuesto a la confrontación madura de ideas que sirvan a la sociedad. Ya sea por el ejemplo exitoso de otros y la calidad de su producto, o por nuestro propio aprendizaje y experiencia en el mercado, en Edumundo siempre estaremos comprometidos con la mejora evolutiva para lograr nuestra misión de contribuir a la construcción de un mundo mejor mediante la tarea de educar. Debemos tener la certeza de que si el balance entre lo crítico y lo propositivo queda favorable a lo primero, lo único que queda es la sensación de que todas las puertas están cerradas y olvidamos que siempre hay ventanas que nos ayudan a mirar al futuro.

México DF 26 de julio, 2011